Lex Fiscus

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jueves, 1 de agosto de 2013

Esta semana nos encontramos con las noticias “rumorológicas”, y mas sobre la próxima reforma hacendaria. Desde varios frentes, el presidente Peña Nieto está tratando de “sensibilizar” su propuesta, así como dar amenazas “sutiles” sobre lo que pasaría si no se aprueban las mismas.

Esta semana nos encontramos con las noticias “rumorológicas”, y mas sobre la próxima reforma hacendaria. Desde varios frentes, el presidente Peña Nieto está tratando de “sensibilizar” su propuesta, así como dar amenazas “sutiles” sobre lo que pasaría si no se aprueban las mismas. La primera reforma que ya se libró del gobierno fue la energética, al hacer pública su “propuesta” (que no es más que la misma que la del gobierno federal) el grupo parlamentario del PAN. Y por otro lado, el PRD ya amenazó con despertar al “México bronco” (¿qué no ya despertó? Todos los días vemos inseguridad, venganzas, homicidios, en una escala mayor que las muertes de la Revolución Mexicana), si se privatiza un monstruo inoperante como lo es la compañía estatal de petróleos Pemex, la cual genera pérdidas importantes de forma escandalosa, mientras sus pares en otras partes del mundo son rentables, dan utilidades jugosas a sus accionistas y perfeccionan sus métodos de extracción y de refinación del mismo. Estoy de acuerdo con el PRD en que es imposible pensar en privatizar la industria petrolera, pero estoy en contra de ver los excesos de un sindicato que tiene un líder que es considerado uno de los más ricos de México, y miles de “aviadores” en la empresa que sólo implican un lastre. Y por consecuencia de esas pérdidas, ahora Videgaray busca recursos que no le podrá dar Pemex por otros medios. Y es allí donde llega la reforma hacendaria. El mismo Manlio Fabio Beltrones ya pone un escenario catastrófico, diciendo que si queremos que el país crezca, se aprueben las tres reformas pendientes, la energética, la financiera y la hacendaria. Ese cuento ya no me lo trago. Lo mismo dijeron con la reforma en telecomunicaciones y no ha pasado nada desde que se aprobó. Igual con la reforma laboral que iba a hacer más productivas las empresas, equitativo el trabajo y responsable el pago de los salarios. Y no ha ocurrido nada. Los juicios laborales siguen siendo una pesadilla para los involucrados en el mismo y las “chicanadas” de más de un pseudo abogado laboral, que lo único que busca es ganar dinero en lo personal, en perjuicio tanto del trabajador como de la empresa. Y es así como en un ambiente de incertidumbre económica internacional, con un subejercicio en muchos de los rubros del presupuesto de egresos y la caída de los ingresos petroleros, que el señor Videgaray quiere aumentar los ingresos del gobierno, a través de la fórmula más antigua y fácil de todas, el aumento de las contribuciones que todos debemos hacer al gobierno. Teniendo en cuenta que más del 50 por ciento de los ingresos de la economía en México deriva de la economía informal “legal”, término un poco absurdo pero que se refiere a todas aquellas personas que tienen una actividad lícita, pero que no pagan impuestos ni contribuciones de ningún tipo, en los rumores aparecidos en los diarios, tenemos que la propuesta hacendaria más que buscar aumentar la base de contribuyentes, busca aumentar los impuestos. Si bien es cierto, la propuesta de la fusión de los dos impuestos a los ingresos que se tienen, tanto el ISR como el IETU está contemplada, la propuesta iba en el sentido de dejar un solo impuesto, con pocas exenciones, pero básicas para todo negocio o persona que se dedique a una actividad lícita y una tasa fija para todos los casos, no escalable, de cerca del 25 por ciento. El gobierno parece ser que quiere aumentar ese porcentaje al 37 por ciento de impuesto. ¿Saben que ocurrirá en este caso? Pues que habrá más informales, ya que parece simplemente hasta irrisorio que el gobierno quiera ser socio de cualquiera de nosotros en un casi 40 por ciento de lo que se gana en las mismas. Sí, lo sé, Videgaray argumenta que en el mundo es lo que se cobra, pero se le olvida que México no es el mundo. Además, quiere homologar el IVA para todos los productos al 16 por ciento. Esto llevará a tener más pobres en lugar de tener mayor riqueza. Y si hay más informales y más pobres el gobierno tendrá por tanto menos recursos. Un círculo vicioso perverso. ¿Qué hacer entonces? Estimado secretario Videgaray, la solución está en hacer más productivas las empresas, que se fomente el empleo y la creación legal de empresas a través de tres simples retos que usted ya sabe que se deben hacer, pero que por omisión o negligencia no ha querido hacer. El primero es la facilidad para abrir y cerrar negocios legales, siempre buscando que no haya perjuicio para ninguna de las partes involucradas en el negocio. Es un calvario tanto abrir como cerrar por quiebra o no ser rentable un negocio en México, parecería que estamos ante uno de los infiernos de Dante. El segundo, que la movilidad laboral sea la que la reforma propone, que no haya tantos juicios injustos donde el trabajador gana sin tener la razón o el patrón abuse del mismo. Y tercero, que el pago de impuestos sea lo más sencillo posible, y a una tasa JUSTA. Parece que está en su cancha este último punto, espero que reflexione y ponga en marcha un programa de pago de impuestos más ágil y sencillo además de que sea a tasas justas. comenta José de Jesús González Serna.

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